El rostro es nuestra carta de presentación, una de nuestras herramientas comunicativas ante el mundo, es por ello que mantenerla radiante y bien cuidada dice mucho de nuestra salud y nuestro estilo de vida. Por eso es importante mantener una rutina adecuada para no maltratarla y mantenerla siempre radiante y joven. A continuación, te daremos 8 reglas de oro que puedes aplicar fácilmente en la comodidad de tu hogar.
Es común escuchar que el maquillaje te arruinará la piel, otros te cuestionarán por no maquillarte y darte una manito de gato para resaltar tus atributos, tal vez te ves al espejo y te molesta tener manchitas, granos, arrugas, resequedad o mucha grasa. Son muchos las creencias existentes sobre lo que es una piel perfecta, lo que nos lleva a buscar desesperadamente remedios mágicos que nos den esa “perfección” construida desde la misma sociedad. Más allá de lo que se considera bello o no, la calidad de nuestra piel depende de cierta medida de factores mucho más importantes, como lo es nuestra salud.
Está demostrado que las malas rutinas se manifiestan directamente en nuestro rostro. Por ello es de suma importancia prestar atención a nuestros hábitos, alimentación y demás factores que no solo contribuyen a un rejuvenecimiento y cuidado de tu piel, sino que también de tu organismo en general.
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Reconócete.
Antes de buscar algún tipo de producto para tu piel o alguna recomendación para su cuidado, es importante que sepas si tienes piel seca, grasa o mixta, si es sensible, si sufres de alergia, si no soportas la exfoliación o demás factores. Te recomendamos, entonces, como primera medida, consultar con un dermatólogo, ya que no todos los productos tienen los mismos efectos en todas las pieles. Recuerda que cada persona es un universo distinto, por lo que es mejor asegurarnos de las características de nuestra piel antes de aplicar cualquier método.
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Limpia.
Esto se aplica si usas o no maquillaje. ¿Sabes cuánta suciedad recoge tu piel con solo salir a la calle por un momento? La contaminación, el polvo, el contacto con nuestros dedos, el sudor y demás aspectos contribuyen directamente a dejar de lado la purificación de tu piel.
Por lo anterior, siempre lava tu rostro con un jabón especial para tu tipo de piel, tanto en la mañana como antes de dormir. De igual modo puedes realizar una limpieza profunda una vez a la semana con un exfoliante natural a base de miel, yogurt y azúcar. De igual modo, evita tocar tu rostro durante el día. Si sigues este consejo y verás cómo tu piel dejará de envejecer rápidamente.
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Hidrata
Mantener tu piel hidratada es clave para que evitar su envejecimiento prematuro, la aparición de manchas y la presencia de flacidez. Volvemos al punto 1, si sabemos qué tipo de piel tenemos, sabremos qué tipo de crema elegir.
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Protege del sol.
Para nadie es un secreto que el sol no siempre es el mejor amigo de nuestra piel. En la actualidad y según los datos del American Cancer Society, para el 2019 se prevé en Estados Unidos cerca de 96,480 casos nuevos de melanoma y cerca de 7,230 podrían morir a causa de esto.
Teniendo lo anterior en cuenta, la salud y el cuidado de nuestra piel va más allá de lo estético. Por ello te recomendamos siempre aplicarte un buen protector solar antes de salir de casa en rostro, cuello y brazos y demás partes que vayan a quedar expuestas a los rayos ultravioleta.
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Aliméntate correctamente.
La belleza viene de nuestro interior. Si no tienes una alimentación balanceada rica en frutas y verduras, no lograrás ver avances en tu piel. Somos lo que comemos, así que asesórate con un nutricionista y mantén lejos las grasas y el azúcar.
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Hidrátate.
El agua es vida. Mantener una hidratación adecuada te ayudará a lucir una piel mucho más joven, suave y radiante. Trata de tomar entre 6 a 8 vasos de agua al día, complementa tu hidratación con jugos naturales y ve como tu piel empieza a recobrar la elasticidad que va perdiendo con la cotidianidad.
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Ejercítate.
Ejercitarte traerá múltiples beneficios para tu cuerpo, tu mente y tu piel. El ejercicio contribuye a la eliminación de toxinas en el cuerpo, lo que trae consigo irregularidades en nuestra piel, como la aparición de granitos y espinillas. Mantener una rutina como trotar en las mañanas, practicar algún deporte, o un buen cardio en la comodidad de tu casa.
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Mascarillas.
Finalmente, las mascarillas caseras le aportaran nutrientes a tu piel, devolviéndole la juventud que perdió a causa de la contaminación, el sol o el maquillaje.
Mascarillas de aguacate con clara de huevo, para la suavidad.
Mascarillas de miel y cristales de sábila, para el brillo.
Mascarillas de tomate con azúcar, para las manchas.
Mascarillas con aceites esenciales, para el rejuvenecimiento.
Y demás, que te harán lucir una piel sana.
Sigue estos consejos y ve como tu rostro atrasa el paso del tiempo.