La apreciación por nuestro cuidado personal desde un enfoque natural ha ido en constante aumento durante los últimos años. Los maquillajes típicos han ido perdiendo peso y nuevos métodos, como el tinte henna, han dado paso a un conocimiento más comprensivo sobre las distintas maneras que existen de modificar nuestra apariencia, en especial nuestras cejas. Por eso, resulta importante entender cómo funcionan, al igual que sus propiedades y sus particularidades.
Una técnica con más de 5000 años de antigüedad
Usar la henna para colorar y revitalizar nuestras cejas no es algo que se haya inventado hace poco. Este método es milenario y, desde su creación, su uso se ha venido perfeccionando. Anteriormente, esta planta daba una coloración única que tenía una duración estándar, pero, con los avances en materia de tecnología naturista, hemos visto cómo sus ventajas han aumentado y han hecho que ya no sea un simple tinte, sino un elemento fundamental por varios motivos.
1. Es un proceso fácil de hacer
La aplicación de esta sustancia es sencilla. Según la densidad del producto que hayas adquirido, debes mezclarlo con una cantidad de agua correspondiente dentro de un envase de vidrio (evita usar vasos de metal porque tienden a alterar sus propiedades). Generalmente, esto viene explicado y no tienes que hacer ningún cálculo. Una vez tienes la mezcla adecuada, que no debe ser ni muy líquida ni muy viscosa, solamente queda aplicarla. Asegúrate de lavar bien las cejas para que no queden grasosas. Después, es cuestión de esperar unos veinte minutos y listo, ya tienes los efectos de esta planta resaltando en tu rostro.
2. Durabilidad superior a un mes
Hay productos hechos a base de henna que son básicos, es decir, que ofrecen únicamente el tinte estándar, los cuales tienen una duración aproximada de una semana. Estos resultan cómodos cuando simplemente vamos a ir a una reunión y queremos resaltar nuestros rasgos faciales.
De la misma forma, hay otros productos, más avanzados, que ofrecen los mismos efectos, pero que duran hasta tres meses, en ocasiones incluso más. Esto depende en parte de las cualidades del pelo de cada persona.
3. Puede usarse indefinidamente
Muchos cosméticos hechos a base de químicos industriales tienen efectos perjudiciales a largo plazo. Es común que los esteticistas nos recomienden no usar tintes fuertes por más de cuatro veces al año. La henna, por suerte, no responde a estos mismos parámetros.
Si se tiene en cuenta la correcta aplicación, con los bálsamos adecuados, un producto con el correcto nivel de pH y la implementación de zumo de limón, para que tenga buen agarre, este tinte no perjudica el cuero cabelludo. Puedes volver a aplicarlo una vez se haya ido el efecto inicial sin temor a daños secundarios.
4. Revitaliza, al igual que da color y brillo
Los beneficios que otorga este compuesto vegetal no se limitan al color y el brillo que otorga. La henna no tendría nada muy especial si simplemente fuera un colorante. Precisamente, por su origen natural, esta planta y las otras que se utilizan para crear la mezcla final (como la AMLA, que provee vitamina c y ácidos esenciales) ayudan a que el pelo dañado recupere su estado natural. La henna aporta aminoácidos y minerales fundamentales; zinc, hierro, fósforo, los cuales hacen que el cabello quede como nuevo.
La forma natural de reforzar tu belleza
Elegir este producto no recae en una cuestión netamente económica. Al usar henna, hacemos una elección ecológica, asumimos la independencia de nuestro maquillaje y le devolvemos a nuestro rostro la vitalidad que otros productos nos terminan quitando con el tiempo. Claramente es algo que tus cejas precisan y que tú no deberías ignorar si quieres que estas exhiban su mayor potencial.
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